EL BLOG

EL TRAUMA DE LA “DOBLE TRAICIÓN” QUE PUEDEN EXPERIMENTAR LOS SOBREVIVIENTES.

Oct 28, 2025

 

Para quienes han sobrevivido a trauma de desarrollo (infantil), un patrón que veo una y otra vez, en muchos de las personas  que he conocido a lo largo de los años, es cómo las experiencias traumáticas en la infancia pueden predisponernos a sufrir abusos encubiertos en el futuro. 
 
Al crecer en un entorno abusivo/negligente y caótico, estos patrones no solo se graban en la memoria, dejando una huella imborrable; se convierten en una herramienta de supervivencia. Si creciste en un entorno donde el "amor" era intermitente, condicional o se usaba como arma, aprendes que la seguridad, la constancia y la aceptación nunca estaban garantizadas. Cada castigo, cada retraimiento emocional o cada mirada de disgusto o desaprobación tenían su propio peso. Estos entornos te condicionan a "comportarte" según el tipo de castigo, vergüenza o expectativas que se te imponían. 
 
Cuando tus cuidadores son impredecibles, arremeten con la menor provocación o identifican el "amor" como algo que hay que ganar (y que se puede quitar en cualquier momento), creces anticipando el peligro a la vuelta de la esquina. Con el tiempo, uno se vuelve hipersensible a las amenazas percibidas y hipervigilante para detectar el peligro real.
 
Cuando crecemos en modo supervivencia, no se nos enseñan conceptos como la autoestima. No se nos enseña a tener un autoconcepto sano ni a establecer y mantener límites saludables. 
 
Un resultado común es que internalicemos este tipo de condicionamiento disfuncional de que nuestras necesidades no importan y que nuestros límites son negociables. La falta de autoestima se convierte en nuestra actitud predeterminada, donde toleramos cosas que no deberíamos, nos conformamos con menos de lo que merecemos y justificamos su comportamiento cuando nos tratan mal. 
 
¿POR QUÉ?
Es porque este tipo de relaciones resultan familiares. No sugiero que exista alguna teoría freudiana del masoquismo o el autosabotaje. Sin embargo, anhelamos aquello que refuerza nuestros primeros mensajes.
 
Estamos condicionados a buscar en nuestras relaciones románticas una ruta similar a la que nos enseñaron como "normal" en nuestra infancia. Si no nos enseñaron sobre la conexión sana en nuestra infancia, no esperes que la entendamos (ni la aceptemos) en nuestras relaciones románticas a menos que realmente nos hayamos tomado el tiempo para procesar el trauma. Cuanto más se manifiestan estas dinámicas disfuncionales, más reconfiguran nuestra comprensión y expectativas sobre la intimidad, la vulnerabilidad, la seguridad, la amistad y el amor.