Cada experiencia que vivimos —un conflicto, una pérdida, una alegría intensa— pasa primero por el cuerpo antes de convertirse en pensamiento.

Y si el cuerpo no puede integrar esa experiencia, lo que no logra digerir se acumula en forma de tensión, ansiedad o bloqueo.

La ampliación de capacidad es, en esencia, un entrenamiento para volver a confiar en la propia fisiología.
En lugar de empujar al cuerpo a “cambiar”, lo acompañamos a recordar que tiene la capacidad natural de regularse cuando se siente seguro.

 

 

La interocepción es la capacidad de percibir las sensaciones internas del cuerpo: el ritmo del corazón, el calor en el pecho, la presión en el abdomen, la necesidad de descansar.
Desarrollarla es volver a hablar el idioma del cuerpo, un idioma que muchas veces olvidamos por años de supervivencia o desconexión.

Cuando cultivamos interocepción, dejamos de necesitar tanto control mental.
Podemos identificar antes el desborde, el cansancio o la sobreexigencia.
Podemos responder en lugar de reaccionar.
Podemos notar que “algo se está moviendo” sin entrar en miedo.

 

 

La ampliación de capacidad y la interocepción son las bases de un sistema nervioso resiliente: no buscan eliminar el dolor, sino darle espacio para transformarse. Una vez en clases Bessel Van Der Kolk dijo: “Si quieres saber que es lo que sana trauma hay una sola palabra: Interocepción”.

 

Cuando el cuerpo puede sostener más, la vida se expande: más presencia, más placer, más conexión, más calma. No porque nada duela, sino porque aprendiste a no fragmentarte cada vez que algo duele.

 

A veces después de un proceso profundo —como Reconexión u otros—, el cuerpo queda con más conciencia… pero también más sensibilidad.
Y no siempre se trata de seguir “sanando” lo que duele, sino de ampliar la capacidad de sostener la vida misma: lo bueno, lo incierto, lo nuevo.

 

Por eso abrí un pequeño espacio para quienes ya han trabajado conmigo y quieren seguir fortaleciendo su sistema nervioso.

 

Son 3 sesiones de ampliación de capacidad (1 hora cada una).
Ayudamos al cuerpo a integrar y metabolizar la experiencia, usando prácticas neuro-somáticas, estimulación bilateral y presencia interoceptiva.

Ideal si sientes  que tu cuerpo ya no quiere colapsar, pero tampoco volver a anestesiarse.

 

👉 Puedes reservar aquí cada sesión de $80 USD o $80.000 clp (3 sesiones):

 

Ideal para toda persona que quiera ampliar su ventana de tolerancia. 

https://mpago.la/1Hk4iUS

https://paypal.me/marianalee/240